Unos amigos y pacientes me regalaron unos hermosos tomates y La Santa decidió hacer salsa casera.
Es muy facil ir al supermercado y comprar salsa de tomate frito, pero no es lo mismo . La salsa de tomate hecha en casa, con tomates cultivados en pequeños huertos, nada tiene que ver con el tomate frito hecho de forma industrial.
Una paella, unos macarrones, o cualquier otro plato que lleve salsa de tomate, va a tener un sabor especial si lo hacemos con esta salsa casera.
Hermosos tomates de la comarca del Ortegal.
Podemos hacer la salsa partiendo en trozos los tomates dejándoles la piel. Es una manera más fácil y más rápida, pero cuando lleguemos al proceso final de pasar todo por el pasapuré nos va a ser más molesto y dificil ya que van a quedar más restos.
Nosotros vamos previamente a pelar los tomates.
Ya tenemos el tomate pelado y partido en pequeños trozos.
Pelamos 4 o 5 cebollas para unos 8 Kg. de tomates. También podemos echarle un pimiento verde. Cortamos las cebollas y el pimiento en juliana.
En una olla echamos un poco de aceite de oliva y ponemos la cebolla, el pimiento y un poco de sal. A fuego lento, dejamos que se vaya haciendo un poco antes de echar el tomate.
Dejamos cocer el tomate con la cebolla y el pimiento, revolviendo de vez en cuando para que no se pegue al fondo de la olla.
Después del tiempo necesario ( en este caso unas cuatro horas ) para que vaya desapareciendo una gran parte del agua de los tomates, ya tenemos practicamente lista la salsa. Si vemos que está un poco ácida, podemos echarle una cucharadita de azucar.
Ahora solamente nos queda pasar la salsa por el pasapuré para eliminar semillas, alguna piel del tomate, de las cebollas o de los pimientos.
Ponemos el pasapuré sobre un bol y empezamos poco a poco a echar la salsa.
Despues de vueltas y vueltas, solamente nos quedarán los restos de semillas y pieles . La salsa está totalmente lista.
Empezamos entonces a llenar los frascos de cristal con esta roja y sabrosa salsa.
Los frascos ya están llenos
limpios y cerrados.
Hay muchas maneras de conservar la salsa, pero La Santa prefiera la más fácil y segura, que es el congelado.